• Explorar: Consiste en explorar y examinar en forma general el
material de estudio. El prólogo, los índices, del texto y los resúmenes nos ayudarán en esta tarea.
• Preguntar: A medida que vamos leyendo nos iremos haciendo
preguntas en base a las ideas que vayan apareciendo, de esta manera adoptamos una actitud crítica y activa.
• Leer: Leer equivale a analizar y a saber resumir. Una lectura activa
nos obliga a subrayar, a tomar notas, a hacer esquemas.
• Recitar: Esta etapa no consiste en repetir en forma mecánica, sin
reflexión o análisis previo, sino en la capacidad de sabernos contar a nosotros mismos la síntesis de lo leído, porque nos ayudará a fijar las ideas más importantes y a no convertir la lectura en un ejercicio mecánico falta de profundidad.
• Repasar: El repaso no es una técnica que debamos utilizar
únicamente en caso de exámenes, sino siempre que estemos interesados en aprender. Poner en práctica cuanto antes lo que leemos o estudiamos es la mejor manera de garantizar su recuerdo.